El novillero venezolano Manolo Vanegas no tuvo la suerte de su lado al corresponderle el lote más deslucido y complicado del encierro de Baltazar Ibán en la novillada de cierre de la Feria de Arnedo (La Rioja, España), donde entró en sustitución de Alberto Escudero, disputando el codiciado trofeo del "El Zapato de Oro".
Con el primero de su lote, que fue hasta tres veces al caballo, pero no fue claro en los primeros tercios, Manolo Vanegas tuvo que aprovechar la inercia del astado que se quedaba corto, con mucha firmeza y valor, planteando una buena y suave lidia, dejando detalles técnicos sorteando las complicaciones que expresó el burel. Silencio.
Vanegas recibió de rodillas en los medios al quinto, derrochando valor y ansias de triunfo, ligando el toreo con el percal. El utrero se vino abajo y se puso a la defensiva, pero esto no privó al tachirense de plantearle lucha con la cabeza despejada y mucha voluntad, sabiendo que al no tener material para el triunfo, debía por encima del deslucido novillo que le propinó en par de ocasiones feas volteretas dejando un esguince y contusiones en las costillas al novillero venezolano. Ovación tras Vuelta al ruedo.
FICHA DEL FESTEJO
Arnedo Arena. Feria del Zapato de Oro, última de abono. Un tercio de plaza.
Novillos de Baltasar Ibán, bien presentados.
Miguel Ángel Silva: silencio y vuelta.
Manuel Vanegas: silencio y ovación tras vuelta al ruedo.
Juan de Castilla: oreja y oreja.
Imágenes cortesía de Joël Buravand y Elena Díaz
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