Gran cierre de Feria, la terna a hombros, y un bravo encierro de Los Aránguez

     Por Diego Chacón

     Una tarde muy fría, dónde la lluvia condicionó el desarrollo del festejo a la altura del segundo toro. Sin embargo, cuando hay bravura, casta y nobleza en el ruedo, de parte de toro y toreros, no se pierde nunca el interés y la emoción de lo que pasaba en el ruedo de la Román Eduardo Sandia. Una clara demostración de que con amor, seriedad y mucha afición se puede lograr sacar adelante una verdadera corrida de toros en Venezuela.

     Gran gesta de entrega de parte de todos los toreros, incluyendo a todas las cuadrillas, y quienes no perdieron los papeles ante las cada vez más difíciles condiciones en las que se encontraba un ruedo, el cual soportó de muy buena manera el diluvio hasta cierto momento. Era emocionante ver toros y toreros desplegar técnica y mucho coraje, sacando la bravura que habían desplegado los toros caroreños.

     Alberto López Simón se estrenaba en esta plaza con el toro de menos entrega en la faena, dónde se tornó corto y protestando el engaño en cada una de sus embestidas. El madrileño entendió como esperarle en cada serie, especialmente por el lado derecho con mucho temple, para no agobiar y enfriar los viajes del animal. Firme y decidido en los medios de la plaza se inventó un faenón que tuvo su relevancia en el tendido, y tras la estocada ligeramente contraria pero en buen sitio se le premiara con una oreja.

     La épica vino en el cuarto toro con pleno diluvio en la plaza, matiz que le daba esa chispa a lo que venía a continuación, pues el de Los Aránguez desde el capote demostraría una franca condición para embestir al capote de un López Simón muy entregado, y a quien se le vio a gusto durante toda la tarde. Firme pelea en el caballo de "Predilecto" N° 61, cárdeno claro, enmorrillado. En la muleta, el espada madrileño en una actuación seria, estructurada, de principio a fin. Iniciando con la mano derecha, rematándole por detrás de la cintura, para luego citar por naturales de cuatro o cinco por serie respectivamente. La petición del indulto no se hizo esperar, por lo que, tras dos intentos de mirar al palco presidencial, se fue tras la espada sin esperar más, dejando un volapié contrario, fulminante, para desatar la euforia del público quién pidió y luego le fueron concedidas las dos orejas, con fuerte petición de rabo, y la vuelta merecida al toro en el arrastre.

     Por su parte, Jesús Enrique Colombo contaría con el lote más potable de la jornada, con su primero el cual le luciría en lidia completa de capote y banderillas como generalmente hace. Ya en la muleta le propinó series templadas y largas en sus primeras tandas, luego empezó con el toreo "para el tendido" y sus muletazos perdieron clase. Ese cambio tan abrupto de formas, en cierta manera nos desconcierta a muchos quienes sabemos de sus excelentes condiciones en su versión más clásica, pero le resulta efectivo pues ese toreo en las condiciones que se encontraba la tarde, conectaban a la afición con lo que el de Táriba estaba realizando, razón por la que, con su contundencia con el acero, sea salvoconducto para el corte de una oreja. 

     Mismas maneras de toreo fueron las que mostró frente al quinto de la tarde, ante un ruedo encharcado tras poco más de una hora de intensa y persistente lluvia. La larga cambiada en el tercio, y una arriesgada actuación en las banderillas, así como la variada y trabajada labor con la muleta, dio pie a que nuevamente tras el medio espadazo en buen sitio, se le concediera otra oreja que completaba su balance final en la feria, en total cinco en dos actuaciones.

     Pero el toreo del bueno, de categoría fue el que dejaría como pinceladas de arte el debutante Francisco De Manuel, con una actuación de torería por la suavidad e inmejorable trazo de los muletazos. Ha sido esta labor, la revelación de la feria, ante los ojos de muchos de los aficionados que hicimos presencia en un ciclo donde hasta el momento se había toreado forma ordinaria, sin ese toque de arte y templanza que hace falta para conectar al tendido. Pudimos apreciar un torero que vino a triunfar y a justificar su debut aquí, que sabe entender al toro de este encaste y, sobre todo, expresar el toreo de gran forma. Todo esto lo haría este joven español, frente a un ejemplar de mucho tranco en su embestida, sobre todo por el lado izquierdo, lado por donde se le vieron los muletazos de mayor elegancia, siendo nosotros testigos de una de las faenas más emocionantes del año. Estocada en todo lo alto fue indiscutible para concesión de las dos orejas.

Con el último de la tarde, ya noche, Francisco De Manuel dejaría momentos de nuevo con ese sello propio que ha encandilado a la afición merideña. El toro que saltó al callejón y generando momentos de peligro en las puertas de enfermería y de cuadrillas, luego en la muleta tendría el matiz de la intermitencia en las embestidas, llevando la cara a media altura, el cual entendió y solventó el torero madrileño con arte pues sus formas y maneras deleitaban al aficionado. La estocada ligeramente contraria en buen sitio fue suficiente para que doblara el toro, se le premiara con una oreja, con fuerte petición de la segunda, y de esta manera se cerrara una tarde que había dejado a todos los aficionados satisfechos, quienes a pesar de la lluvia, de alguna u otra manera, encontraron como observar el gran cierre de la feria.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia”. Lunes 28 de febrero de 2022. 3era Corrida de la LI Feria del Sol.

Con poco más de media plaza (aproximadamente 8500-9000 personas) en tarde fría, con un diluvio a partir de la lidia del segundo astado. Se lidiaron toros de la ganadería caroreña de Los Aránguez, bien presentados, con la edad requerida, bravos en el caballo, empujando, nobleza y recorrido en distinto grado en los engaños. Destacó el 4º toro de nombre “Predilecto” N° 61 de 433 kilos, premiado con la vuelta al ruedo lidiado por López Simón.

Pesos: 449 kg, 444 kg, 435 kg, 433kg, 482 kg y 440 kg

ALBERTO LÓPEZ SIMÓN (Canela y oro con remates en blanco): Oreja y Dos orejas con fuerte petición de rabo.

JESÚS ENRIQUE COLOMBO (Celeste y oro con remates blancos): Oreja y Oreja. 

FRANCISCO DE MANUEL (Sangre de toro y oro con remates blancos): Dos orejas y Oreja con fuerte petición de la segunda. 

     INCIDENCIAS: Antes de comenzar el festejo se hizo reconocimiento por parte de la directiva de la Asociación de Cronistas Taurinos de Venezuela (ACOTAVE) a las dilatadas trayectorias del maestro del periodismo taurino Víctor José López “El Vito” y el fotógrafo taurino Golfredo Rojas. La Lluvia hizo presencia una hora previa al festejo y posteriormente a partir del segundo hasta la mitad de lidia del último astado. 

     Destacaron en la brega Gerson Guerrero, Ramón Contreras y Francisco “Chico” Paredes, y en banderillas, nuevamente, Abraham Graterol. 

     El último toro de la tarde saltó al callejón, propinándole una voltereta al fotógrafo Ramón Pico, quien sufriría una fractura en la tibia izquierda, tras este percance.