No es secreto para nadie los difíciles tiempos que nos ha tocado
vivir últimamente. Como venezolanos estamos atravesando una marcada crisis
socio-económica como consecuencia del desastre político en el que estamos
inmersos. Si bien es cierto esto y que hay gente pasándola muy mal, pues su
capacidad monetaria es casi nula, no es menos cierto que en el sector
artístico, cultural y/o del entretenimiento, también hay familias que mantener,
también hay bocas que se alimentan gracias a esta actividad, que, aunque no sea
considerada prioritaria, no deja de ser lícita por lo cual quienes se dedican a
esta actividad también tienen derecho al trabajo, a ganarse el pan, a buscarse
la vida, en fin, a producir.