miércoles, 24 de agosto de 2016

Nos comió 'el Coco' y no hacemos ná'!


     Hasta hace pocos días tenía la esperanzadora idea de que este asunto de la sentencia dictada por el Tribunal Superior Agrario con competencia en los Estados Aragua y Carabobo, era una especie de “cuento del coco” con el que suelen asustar a los niños cuando no hacen caso.


     Tenía esta idea pues esta sentencia ha sido muy mencionada, pero, en honor a la verdad, su contenido es conocido por pocos, y me parecía extraño que un asunto tan serio y tan importante no tuviese la divulgación necesaria y correspondiente a fin de que se puedan ejercer las acciones correspondientes en pro de la defensa de la Fiesta.



Recientemente emprendí la tarea de buscar a través de la web con el fin de verificar si en efecto esto era real, ficticio, imaginario o solo una amenaza. Les confieso que hubiese preferido no encontrar la realidad tras esta investigación.


     Más allá de que resultó ser una realidad y de lo obvio que sería la connotación antitaurina y abolicionista de esta medida, es humillante, denigrante y deprimente la forma como éste Juez Superior Agrario ‘acomoda’ o como diríamos en el argot  taurino ‘pone en suerte’ las opiniones sesgadas y condicionadas de ‘especialistas’, profesionales e instituciones que obviamente no comparten la celebración de espectáculos taurinos por considerarlos una ‘aberrante actividad de crueldad y tortura animal’, colocando al toro de lidia como un individuo que no tiene obligaciones legales por ser un animal, sin embargo puede ser beneficiario de las disposiciones legales, según tratados internacionales de índole ambientalistas y/o animalistas.


     Obviamente, este Juez, sólo tomó en cuenta argumentos de quienes solicitaron la medida sin corroborar ni él ni las dependencias ‘competentes’ a las cuales consultó, in situ, si lo que argumentaban los solicitantes era cierto o no. Solo se limitaron a tomar convenientemente extractos de estudios realizados en otros países y por otras instituciones sobre: los daños que sufre  la anatomía del toro de lidia tras la realización de una corrida, los supuestos daños psicológicos que sufren niños, niñas y adolescentes tras presenciar un espectáculo taurino, etc., siendo todos estos estudios enfocados desde la perspectiva de quienes solicitan la abolición de esta actividad cultural. No existe dentro de las consideraciones de esta sentencia, estudios realizados desde ‘la acera del frente’.

     Sin embargo en fecha 06 de diciembre de 2011, hubo una audiencia para escuchar a las partes y por la defensa, si es que se puede considerar defensa, y no lo digo por falta de intenciones pero sí por el mal uso de términos o como se diría de otra forma por lo mal que se jugaron las cartas. El caso es que el Sr. Nelson Hernández, identificado en este acto como Presidente del Capítulo Caracas del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, y el Sr. Joao Campolargo, identificado en este acto como Ganadero de Reses Bravas, definieron la tauromaquia como un “hobby” e incluso el Sr. Hernández fue más allá indicando que es un “hobby que por demás es costoso”. VÁLGAME DIOS!!!

 

     Hubo otros actores en esta audiencia como lo fue el matador de toros y empresario taurino Erick Cortez, de quien se dice posee un buen verbo, maneja un buen léxico y como dicen coloquialmente dicen que ‘tiene labia’ pero lo que estos señores del Tribunal Superior Agrario tomaron en cuenta como referencia fue lo que les servía para condenar la Fiesta, como aspectos que tocó el matador sobre la confusión de la gente cuando escuchan la expresión ‘traje de luces’, por ejemplo. No dudo que en defensa de la Fiesta se hayan dicho cosas más inteligentes, coherentes, interesantes y relevantes, pero esto que dijeron los señores Hernández y Campolargo de ‘nuestro hobby’ fue lo que realmente le sirvió al ‘honorable’ Juez.


     Otra de las cosas que se evidencia al leer el contenido de la sentencia es la capacidad de organización de esta corriente antitaurina, pues los argumentos que esgrimen las diferentes instituciones consultadas por el Tribunal coinciden perfectamente, desestimando de manera anticipada cualquier argumento que expongan los defensores de la Fiesta (si los hubiésemos) desde los distintos ámbitos tales como lo cultural, lo artístico, lo laboral, lo tributario/fiscal, lo ambiental y el supuesto daño que supone la exposición de estas actividades ante niños, niñas y adolescentes.

     Para quienes deseen conocer el contenido completo de la famosa sentencia del Tribunal Superior Agrario de Aragua y Carabobo, lo pueden encontrar en el siguiente link: Sentencia N° 440 emanada del Tribunal Superior Agrario de los Estados Aragua y Carabobo


     Al final de leer la nefasta sentencia, la sensación es de vacío, depresión, desconsuelo y hasta de resignación pues ante la nula capacidad que hemos tenido los taurinos, históricamente, para organizarnos en pro de empujar todos en la misma dirección y lo poco preparada que estuvo la ‘defensa’ lo primero que viene a la mente es que “calladitos no vemos más bonitos”.


     Se perdió una grandiosa oportunidad de exponer los aportes que hace la actividad taurina en la sociedad, pero no solo mencionarlos desde lo cualitativo sino desde lo cuantitativo, con cifras reales, con aportes estadísticos, gráficos, testimonios y con visitas guiadas al mismísimo Juez para que constate in situ el trato tan sagrado, por así decirle, que recibe el toro de lidia desde que nace hasta que sale al ruedo en cualquier plaza de toros de la categoría que sea.


     Son tareas que si se hubiesen realizado solo por ‘un grupito’, seguramente hubiese sido muy cuesta arriba, pero si éstas acciones se impulsan para que todos los que amamos la fiesta pongamos nuestro granito de arena, estoy plenamente convencido que se hubiese realizado un gran trabajo, resaltando los siguientes tópicos:


     Desde lo económico, ya que hay actividades comerciales que se desarrollan indirectamente, derivadas de la celebración de un espectáculo taurino. Hoteles, transportes, restaurantes, panaderías, comercio informal, productos agrícolas y/o veterinarios, ferreterías, aseguradoras, etc. Además del beneficio propio de cada comerciante, éstos a su vez a través de su actividad dejaran su cuota correspondiente en el fisco con el pago de impuestos como el IVA y el ISLR, incluyendo a los comerciantes informales, ya que éstos mayormente adquieren sus insumos en establecimientos que si pagan impuestos. Cabe destacar que la venta de entradas, la venta de especies alcohólicas durante el espectáculo y otros aspectos, causan obligaciones fiscales ante la municipalidad.


     Desde lo turístico, dado a que mayoritariamente las celebraciones de festejos taurinos van de la mano con las festividades patronales de la localidad donde éstas se llevan a cabo, motivando a que la afición foránea se desplace hasta éstas poblaciones para disfrutar de la Fiesta Brava. Tan cierto es esto que para efectos de la obtención de Divisas Preferenciales, se debe contar con el visto bueno del Ministerio del Turismo, según la Providencia N° 012 referente a Casos Especiales emanada del ente regulador del cambiario CENCOEX (antes CADIVI).



     Desde lo social, ya que se ocupa el ocio de jóvenes en la formación de nuevos artistas a través del funcionamiento de las distintas escuelas taurinas del país o bien desde la formación desde la familia. De dicha formación se obtiene como resultado talentosos jóvenes que hoy son la esperanza de la Fiesta Brava en Venezuela; jóvenes que ponen en alto el Tricolor Nacional con sus triunfos dentro y fuera de nuestras fronteras, como es el caso de José Antonio Salas, Reinaldo Gil “El Táriba”, Jesús Enrique Colombo y Manolo Vanegas, entre otros. Jóvenes que, aun estando en formación y en pleno aprendizaje, sirven de ejemplo para otros jóvenes que, por diversas circunstancias, pudieran ser sensibles de caer en vicios o malas conductas, como son las drogas y la delincuencia si no utilizan su tiempo libre en actividades que los alejen de éstos malos pasos. La formación que reciben los jóvenes que pretenden ser toreros, no se limita sólo a lo artístico sino que abarca también el aspecto personal, formándolos también como excelentes ciudadanos.



     Se perdió la oportunidad de expresar que la tauromaquia en Venezuela no es un fenómeno derivado de la transculturización de manera negativa, sino más bien de manera positiva tal como lo son la inclusión del arpa y el cuatro como instrumentos musicales que hoy en día son protagonistas de nuestra música folklórica, pues estos instrumentos son de origen europeo. Así como los diversos instrumentos de percusión que trajeron los esclavos africanos y que hoy forman parte fundamental de nuestra representación musical fundamentalmente en las localidades costeras. Así que más allá de verse como una actividad que ejemplifica la transculturización pudiera verse como una actividad que apunta más a la globalización, tan como la lengua, la religión y demás costumbres y tradiciones que hoy en día practicamos en nuestro día a día y que nos guste o no también se la debemos al proceso de colonización que trajeron los españoles en la época de la conquista.


     Pero más importante aún se perdió la oportunidad de demostrar con hechos, en lugar de mitos y fábulas como es el caso de los antitaurinos, ¿cómo vive el toro de lidia?, ¿cómo es su manejo en el campo?, ¿cómo es su manejo previo al embarque para su traslado a la plaza?, ¿cómo es su manejo al llegar a la plaza?, cuánto se cuida al animal para que salga íntegro al ruedo?, ¿bajo qué condiciones sanitarias vive el toro de lidia? Hubiese sido magnifico desmentir todas las calumnias que se profirieron al argumentar la solicitud la medida que hoy nos pretende mutilar el desarrollo de nuestra Fiesta Brava, tales como que si la vaselina en los ojos del astado, o los supuestos golpes que recibe el toro con sacos de arena y/o cemento para mermar sus condiciones físicas, e incluso el presunto hacinamiento en el que permanece el toro las 48 horas previas a su salida al ruedo pasando hambre y sed, por ejemplo.




     Perdimos la oportunidad de describir todo esto, de expresar lo maravillosa que es la tauromaquia y los aportes que la misma deja a cada uno que los individuos que hacen vida en ella. No podemos pararnos ante un Tribunal y tratar de describirlo con ambigüedades, mucho menos con el pretexto simplista de que ‘me gusta y punto’ o de que ‘al que no le guste que no vaya’, porque se la ponemos papita al abolicionismo. Esto sin obviar el punto de que si solo asiste ‘un grupito’, entenderán convenientemente que la tauromaquia se trata de un ‘hobby por demás costoso’ que solo entretiene a una minoría, sin importarles el hecho de que tenemos plazas de toros cuyo aforo supera los 10.000 espectadores, quienes cancelan entradas con diverso valor monetario (pudiendo asistir desde la persona más humilde hasta el de mayor poder adquisitivo) y que frecuentemente los espectáculos taurinos promedian de ¾ de su capacidad al lleno total. En ocasiones eso de ‘hacer bulto’ tiene su efecto, sobre todo cuando nos consideran ‘minoría’.


     Del 2011 al 2016 fueron cinco años. Cinco años en los que ellos trabajaron hombro a hombro, de manera organizada, apuntando todos en la misma dirección y en los que, de este lado, cada quien iba a lo suyo, subestimando, como siempre, el poder y el alcance de éstos factores que adversan la tauromaquia y que en realidad no consiguieron ningún tipo de oposición a sus intenciones.

     Ayer fueron Caracas, Barcelona y Barquisimeto, hoy es Maracay (Aragua) y Valencia (Carabobo), ojalá logremos despertar de nuestra eterna apatía, antes de que “el Coco” llegue a la Región Andina (Tovar, Mérida y/o San Cristóbal)… Maracaibo lo perderemos por forfait?

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