martes, 1 de diciembre de 2015

Manolo Vanegas vuelve a triunfar en Venezuela!!!


     Luego de cuatro años de ausencia, vuelve Manolo Vanegas a la Monumental de Valencia. Un Manolo Vanegas que físicamente dista muchísimo del niño de hace cuatro años atrás, pero que conserva intactas su hambre taurina, pero por encima de todo su humildad y su sencillez.


     Humildad que no se ve afectada por haber toreado en la primera plaza del mundo, dejando en el coso de la Calle Alcalá gran impresión, además de haber cortado una oreja en este ruedo.


     Sin importar estas credenciales, el “Novillero de la Temporada 2015” según la prensa francesa, compartió con quien se le acercara a saludarle o incluso a pedirle una foto. Matadores, Novilleros, Subalternos, Ganaderos, prensa, fotógrafos, mayorales, aficionados, niños, en fin, cualquiera que se le acercó recibió del espigado novillero de Seboruco, gestos de cordialidad que retribuían todas las muestras de admiración que le profesaban.


     Sin embargo, ya cuando llegó el lío y empieza la lidia del primero de su lote, un utrero de “Campolargo” que desde su salida mostró su poca clase, devolviéndose pronto, desparramando la vista, al cual Vanegas intentó infructuosamente sacar partido del escaso juego que permitía el astado, pero pudo sacarle muletazos de mucho mérito, el cual gran parte del público muy poco reconoció, otros que percibieron tal dificultad aplaudieron tímidamente, quizás envueltos en un despliegue mediático que muy poco espacio brindó al joven espada andino.

     Ante semejantes condiciones desarrolladas por “Espléndido”, marcado con el número 48 y de 362 kilos de peso, lo mejor fue abreviar, no sin antes robar muletazos de peso, que poco a poco el público fue reconociendo. Luego de propinarle un espadazo en todo lo alto, el novillo rueda por la arena para dar entrada al servicio de arrastre.

     Tras el corte de dos apéndices por parte de su compañero de cartel, aparece en el ruego valenciano  “Leña Fina”, ejemplar de preciosa estampa, castaño, número 01, perteneciente al hierro de “Laguna Blanca”, con 410 kilos.

     Extraordinario novillo con el cual Manolo Vanegas, ejecutó un recital de toreo, desde faroles de rodillas en el tercio para recibir al burel, verónicas pausadas y templadísimas, rematando con media verónica de rodillas, con lo cual hizo saltar de sus asientos a quienes se dieron cita en la Monumental de Valencia.

     Excelente juego en varas dio “Leña Fina”, empujando al caballo con los riñones. Recibe dos pares de banderillas de parte de los subalternos. 

     Quizas muchos se preguntarán si ya Manolo Vanegas no cubrirá por cuenta propia el segundo tercio de la lidia. Vanegas disfruta mucho de la ejecución de esta vistosa y variada suerte, la cual domina muy bien, sin embargo aún padece de una lesión importante en el hombro izquierdo, consecuencia de la paliza recibida en Madrid mientras se encontraba cubriendo el tercio de varas del quinto novillo en su segunda comparecencia en Las Ventas, lesión que debe mantener en observación, razón por la que por instrucciones del facultativo, no ejecutaba esta suerte desde el mes de agosto, hasta que fuese ayer en Valencia que tras recibir invitación de su alternante, sopló en todo lo alto del lomo de “Manucli” soberbio par al violín pasando por el pitón izquierdo, dejando ese 'regalito' para disfrute de los aficionados.

     Volvemos con “Leña Fina” y es que se recreó Manolo con este castaño, haciendo las cosas sin pausa pero sin prisa, toreando a gusto por ambos pitones, instrumentando tandas de cuatro muletazos y el de pecho, llevando al utrero yaracuyano embebido en su poderosa muleta, con la cual mimó las embestidas de su oponente.


     Derechazos largos y con temple, sin la utilización del ayudado, con las plantas de los pies firmes en la arena valenciana, llevándolo bien toreado con la cintura, bordando el toreo en redondo, desatando el clamor entre los testigos de tan maravillosa obra.

     Manoletinas de rodillas generaron la aparición de pañuelos blancos entre los asistentes quienes solicitaron el indulto del bravo y noble novillo, sin embargo media estocada en buen sitio fue suficiente para que Vanegas tirara patas arriba al cornúpeta. Dos orejas y fortísima petición de rabo, el cual la autoridad no concede y “disfraza” concediendo la vuelta al ruedo póstuma al extraordinario burel.

     Mi respeto para el ganadero Euclides Sánchez, y reciba mi enhorabuena, muy bien presentados sus novillos. No obstante cuando digo lo de “disfrazar” es porque una cosa son los trofeos, merecidísimos,  a la ganadería y otra los trofeos para los toreros. Tanta importancia tiene para un ganadero un “arrastre lento”, como la concesión de un rabo fuertemente pedido para un artista. Pero bueno, eso pasa cuando, de entrada, se pone el listón muy bajito y luego se complica el asunto.

     El quinto de la tarde y tercero del lote de Vanegas fue quizás el novillo más complicado de la tarde, el cual desde su salida hizo cosas de manso, huyendo espantado una vez que llegaba a los predios del torero y éste le sacudía el capote para tocarlo. Luego de corretearlo por todo el redondel, Vanegas pudo fijarlo en el capote sin embargo no hubo mayor opción al lucimiento, más sí se dejó muestra de mucho oficio y seguridad en la cara de novillo de tan poca calidad y de tal mansedumbre como este.

     Extrañamente el novillo acudió al caballo tan pronto se enteró que éste estaba en el ruedo, recibiendo inclusive dos varas, muy dosificadas, dadas las condiciones del astado.

     Con la muleta parecía venir a mas este “Pausado”, número 49 con el hierro de “Campolargo”, luego de tragarse dos buenas tandas por el pitón derecho,  empezó a quedarse corto, volteando hasta en tres ocasiones al tachirense, sin embargo a base de cojones, sangre fría y garra, pudo arrancar la tercera oreja de la tarde, tras fulminante espadazo que pone broche de oro al regreso de Vanegas al coso carabobeño, donde hace cuatro años también triunfara.



Fotos: Alejandro Vielma

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