La Fiesta de los Toros son del Pueblo

     Si de algo presumimos como taurinos es que la Tauromaquia es un espectáculo de masas, capaz de albergar en las grandes ferias más de 10.000-15.000 espectadores por tarde, que tenemos uno de los espectáculos de masas más importantes, a pesar de tratarse de festejos polémicos y controversiales. Nos jactamos, incluso con tono arrogante, de que La Tauromaquia sí interesa, cada vez que vemos un lleno de "No hay billetes".

     Luego de tantos ataques que ha recibido la Tauromaquia de los sectores prohibicionistas, amparados por la humanización que ha puesto de moda el mascotismo, es lógico responder con esta actitud arrogante y orgullosa, cuando somos capaces de demostrar que estamos lejos de ser un espectáculo que la colectividad rechace, sin mencionar toda la actividad económica que se deriva de un festejo o feria taurina.

     Sin embargo, noto con preocupación que desde el mismo sector taurino, últimamente se ha venido promoviendo silenciosamente la idea de que la Fiesta está quedando para quienes puedan pagar por ella. Cada vez se promueve más, lo que yo llamo, el faranduleo taurino, el boom de organizar festejos taurinos para el beneplácito de un grupo minoritario de "aficionados" que si bien "aportan" mucho dinero a la Fiesta desde el consumo (tapas, bebidas, palcos o boletería VIP, patrocinios, etc.), desde lo cultural ni aportan ni aprenden, pues a punta de dinero solo les basta con "ser amigos" de los toreros y organizadores, darse coba para las fotos de las redes sociales, y que les rindan pleitesías al recibir brindis de los toreros actuantes.

     Desde la perspectiva del negocio, está de lujo, pero por otra parte esa desatención y desaire al aficionado de un "bolsillo popular" resulta de muy mal gusto, pues ese público general, es quien realmente le da fuerza y razón a esa característica popular, masiva y multitudinaria de la que tanto hacemos alarde.

     La Tauromaquia, desde siempre ha sido un espectáculo que no conoce de estatus social, origen étnico o racial, tinte partidista, orientación sexual, etc., de ahí que también afirmemos con orgullo que es el espectáculo artístico más democrático que existe, pues también es cierto que pertenecer al sector VIP (barreras, contra barreras, palcos) o al sector popular (tendidos, gradas, andanadas), no describe ni garantiza en lo absoluto tu cultura taurina.

     Se entiende perfectamente que los costos de montaje de un festejo taurino, sea de la categoría y dimensión que sea, cada vez es más costoso, pero al mismo tiempo se percibe, desde el evento más humilde y recóndito, hasta la Corrida de mayor tronío en la Primera Plaza del Mundo, como a billetazo limpio, han ido o han querido ir "dándole puerta" a esa población menos privilegiada. Se nota menos en las grandes plazas, aunque últimamente han convertido a Las Ventas en una gran discoteca, siendo el festejo taurino una especie de pre-despacho, pero en festejos menores y sobretodo en plazas portátiles, procuran ser más "selectivos" para tarifar dichas localidades.

     Y no se trata de que regalen las entradas o de que dejen entrar a quien sea, no. Esto tiene un costo y para que sea sostenible, pues la taquilla debe ser cónsona con la realidad económica que se vive. No obstante, lo que no debería suceder es que la entrada a un Espectáculo Cómico-Taurino, valga lo mismo que para un Festival, o éste cueste lo mismo que una entrada a una Corrida de Toros, por ejemplo. 

     Toda la vida han habido estrategias a través del marketing, que lo que cambia es el nombre, sin embargo las mismas siempre estuvieron orientadas a sufragar los costos de los festejos, favoreciendo a su vez a las tarifas más económicas de la taquilla, pues de poco sirve tener el VIP lleno y los tendidos vacíos. Si bien puede que cubran el costo, los tendidos vacíos venden una escurrida imagen de éxito, aunque en lo monetario no haya salido tan mal. Mientras que en caso contrario, te estarías apañando con una especie de modelo chino: vender más cantidad a menor precio, y si de igual manera solo da para los costos, pues ya podrás presumir de tu poder de convocatoria. Quizás sea por esto que en las plazas de toros existan más asientos de "tendido" que de "barrera".

     En fin, sin ningún ánimo socialista-comunista o partidista, solo quería recordar que, a pesar de la situación económica por la que se pueda estar pasando, la Fiesta de los Toros siempre ha sido del Pueblo y para el Pueblo. 

     Que Dios reparta Suerte!

ATV/jmz/2024

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