jueves, 28 de noviembre de 2019

Romel González, 4 décadas vistiendo de luces a su profesión


   
   En los años 70’ llega a la Fiesta de la mano de su Padre, quien fuera novillero en la década de los 50’, quien lo llevó a un festejo en el Nuevo Circo de Caracas, y desde entonces se dejó atrapar por el embrujo que solo encontramos en la Fiesta Brava y que solo podemos entender quienes nos hemos dejado atrapar por ella.


    Como en la mayoría de los que llegamos al mundo del toro, Romel González Moreno también quiso ser torero y al ver que las cosas no se le dieron como esperaba, para continuar dentro de la Fiesta decidió aprender un oficio relacionado, y es cuando se decanta por ser Mozo de Espadas.


    A lo largo de éstas 4 décadas, Romel ha estado bajo las ordenes de más de 120 Matadores de Toros, entre los cuales destacan las más importantes Figuras del Toreo como es el caso de Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea”, Antonio Chenel “Antoñete”, José María Manzanares, Vicente Ruíz “El Soro”, José Miguel Arroyo “Joselito”, Jesulín de Ubrique, César Rincón, José Tomás, sin descartar a los Maestros venezolanos Curro Girón, Carlos Rodríguez “El Mito”, José Nelo “Morenito de Maracay”, Bernardo Valencia, Celestino Correa, Marco Antonio Girón, Leonardo Benítez, Luis Pietri, Erick Cortez, entre otros. Incluso de valientes féminas que también ocupan un lugar especial dentro de la historia de la tauromaquia, como es el caso de la malagueña Mari Paz Vega, la azteca Lupita López, entre otras.


  Entre Novilleros, Rejoneadores y Aficionados Prácticos, habrá vestido a otros 60 toreros, alrededor de todo el orbe taurino, a excepción del Perú, que ha sido el único país con tradición taurina donde González no ha ejercido su profesión, con el dato curioso que incluso ha estado bajo las ordenes de algún torero en la República Dominicana, donde trabajó en dos tardes de toros.


    “Las mayores satisfacciones han sido hacerme un hombre de bien, conocer otros países y su Cultura, vivir dignamente de la profesión y cosechar muchos y grandes amigos, entre los cuáles te incluyo” afirma Romel González cuando le consultamos sobre estos 40 años de profesión, que se dicen fácil, pero es mucha el agua que corre durante este tiempo.



    “Tengo la esperanza y la convicción de que la Fiesta Brava en Venezuela se venga arriba y vuelva a reflorecer” comenta Romel sobre la situación que atraviesa la tauromaquia en Venezuela. Agrega “con respecto a mi trabajo, seguir con las mismas ganas y profesionalismo en esta hermosa 
Fiesta”.


  Nos comenta Romel que “nadie es eterno, estaremos hasta que nos toque, pero siempre existen nuevos valores. Existe generación de relevo, tuve la oportunidad de formar varios pupilos, quienes han ejercido la profesión allende nuestras fronteras” comenta, aprovechando la ocasión para dejarles una recomendación: “La clave del éxito en esta profesión esta en ser RESPONSABLE, LEAL y HONRADO, la misma fórmula que marcaba la pauta desde mis inicios, ya que la profesión es la misma, no ha cambiado, solamente el uso de la tecnología facilita algunas labores, pero en esencia, todo sigue siendo igual”.


    Romel González considera que el mundo del toro ha sido justo con él, pues además de las grandes satisfacciones que le ha dejado su profesión, como ya nos comentaba, ha cumplido con diversos roles durante estos 40 años. “Gracias a Dios he tenido la oportunidad de ser Mozo de Espadas, Sastre de Toreros, Representante de Toreros (o Apoderado) y apoyo a las Empresas con el Trámite para la obtención de Visas de Trabajo, ante las autoridades competentes. Aquí hay que hacer de todo” nos detalla.


    “Trabajo, trabajo y más trabajo, porque los hombres y mujeres con su esfuerzo y ganas son los que engrandecen a una Fiesta y a un País” es lo que tiene este gran taurino que ofrecerle a la Fiesta Brava. Un aficionado y entendido lode la Fiesta como ya quedan pocos, que con mística y responsabilidad ha sabido darle sitio a su oficio, el cual realiza con tanta ética que lo cataloga como PROFESIÓN, dejando claro que Profesional no solo es aquel que estudió en alguna academia, sino también aquel que ama tanto lo que hace, que no se permite faltarle el respeto y trata, con hechos, de enaltecerlo sin perder la humildad que implica la vocación de servicio.



    “Si Dios me lo permite, y me da salud, habrá Romel González para rato. Mi sueño y mi gran meta por cumplir en la profesión es alcanzar los 50 años como activo, pues he vivido casi todo en la Fiesta y con intensidad”, concluye Romel González.

 Desde aquí celebramos su 40° aniversario y deseamos mucha salud y el mayor de los éxitos para que siga vistiendo de luces a su profesión durante más de 40 nuevos años...

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