martes, 3 de noviembre de 2015

Nueve orejas en el Festival de El Placer


     Ni la inoportuna lluvia socavó el éxito del Festival Taurino celebrado el pasado sábado 31 de Octubre.

     Con una gran entrada y con excelente ambiente se llevó a cabo en la acogedora Plaza de Toros Girón, del Club Campestre "El Placer", un Festival Taurino donde Matadores, Novilleros y Aficionados Prácticos se abrieron de capa para deleitar al público presente en una tarde donde toreros y aficionados disfrutaron a pesar de la interrupción a causa de la lluvia.


     Abrió plaza el aficionado práctico Orlando Faroh, quien con más ganas que técnica pudo sentirse a gusto toreando con el percal a una brava vaca del hierro yaracuyano propiedad de Don Juan Campolargo, mientras con la pañosa instrumentó accidentadas series con la mano diestra que fueron aplaudidas por la nutrida barra que le acompañó en esta gran fiesta taurina. 

     El caraqueño Miguel Ángel Guía complementó la faena de muleta de "Ocha de la Capea", entendiendo desde el primer momento que el pitón bueno de la becerra era el izquierdo, ejecutando unas templadísimas tandas por naturales que fueron acompañadas por la banda taurina. Ambos recorrieron el perímetro del ruedo recogiendo una sonora ovación por parte del respetable.

     Los matadores Javier Silva, José Alberto García y Leonardo García pudieron lidiar sus astados 'en lo seco', donde los tres aragüeños hicieron sonar los compases musicales, llevándose como premio una oreja cada uno.

     Como consecuencia de un error en el orden de salida de las reses, echaron al ruedo el novillo que correspondía en suerte al novillero Daniel Castillo, por lo que tuvieron que correr el turno. Gran actuación del joven espada que se vio diluida tras soltarse el aguacero que paradójicamente trajo consigo lo más destacado de la tarde. El novel diestro no se amilanó y plantó cara al de Campolargo ejecutando faena de mucho mérito la cual le valió enviar al destazadero sin orejas tras estocada en todo lo alto al bravo y noble novillo.

     Luego de una pausa mientras cesaba la lluvia, los novilleros por actuar Sandy Olivares y José Antonio Salas deciden continuar con el festejo, a pesar de las condiciones en las que había quedado el ruedo tras el aguacero. 

     Raza y pundonor derrochó el ex-novillero Sandy Olivares quien supo gustarse y gustar al tendido ejecutando una faena de mucha valía en la cual recibió una fea voltereta, la cual no mermó las ganas de triunfar del espigado diestro mirandino. Estocada al primer viaje y dos merecidas orejas al esportón. No sabemos que va a pasar de aquí en adelante con ese estatus de "ex-novillero" ya que se le vio contento y satisfecho al torero tras su actuación.


     No se quedó atrás el merideño José Antonio Salas, quien también se la jugó y dejó en el albero sabor y aroma de buen toreo, demostrando que ha venido creciendo en su desarrollo artístico y madurando en su oficio. Al bravo y noble novillo de "Los Ramírez" le cuajó una faena importante en la que demostró que está para más y mejores cosas, dejando detalles de lo que ha asimilado a base de entrenamiento, disciplina y obediencia. Es un diamante que hay que seguir puliendo para hacer de él una gran joya. También pudo tocar pelo por partida doble

     En total nueve orejas en la lidia a muerte de las reses despachadas en la tarde, cinco de Campolargo y la que cerró plaza de "Los Ramírez", que en cojunto estuvieron muy bien presentadas y dieron buen juego. Destacada actuación de los subalternos Eliezer Paredes y José Antequera.

     Anecdótico el hecho de que sea costumbre que personajes que no cumplen ninguna función en el desarrollo de un espectáculo taurino, suelan andar "dándose coba" disfrutando del mismo desde el callejon. Que curioso que cuando se soltó la lluvia mientras lidiaba su novillo Daniel Castillo solo quedaban en el callejón los subalternos actuantes en sus respectivos burladeros y se contaban con una mano el resto de las personas que permanecieron en esta demandada "localidad". 

     A Dios gracias no hubo algún percance que lamentar, ni la necesidad de una mano que pudiese colaborar o auxiliar a la hora de abrir una puerta o hacer un quite de la manera que fuese en cualquier situación de apremio. Ojalá los callejones dejaran de ser una "localidad" más y únicamente les sea permitida la permanencia a personas que de verdad cumplan una función dentro del mismo.

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